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TEMPORAS DE PRIMAVERA 45 color de rosa... El peilÍ!gro de las almas jóvenes es fantasear con exceso, enredarse con una idea de la vida demasiado alej9.da <le la realidad. ))No sé dónde he leído lo que el filósofo foancés Teodoro Simón Jouffooy (1796-1842) decía a unos estudiantes: ccDe las dos pendientes de la vida, vosotros no conocéis más que una, aquella por la que vais subiendo, la cual es risueña, bellísima, y perfumada como la primavera. Aún no podéis contemplar la otra, con sus aspectos melancólicos, con el pálido sol que la esclarece, y la ribera helada que la termina. Si nosotros, los ancianos, ter.emes la ]rente triste, es porque la vemos.)) Estas palabras del pobre pensador racionalista ·están muy bien. ¿ Puede extrañar a nadie que los jóvenes, salvo raras excepciones de almas precozmente maduras, tengan de la vida una visión super– optimista y muy parcial ? >>Vosotras sabéis que vuestra juventud no puede durar siem– pre ;, sabéis que vuestra lozanía se irá fataln;iente marchitando, como las rosas en su rosal, u una azucena en el búcaro ; sábéis que los años felices serán llevados por el inex01~able curso del tiempo, como las hojas amarillentas son arrebatadas al árbol por los vientos del otoño... Sabéis de sobr,a todo eso, .pero sólo teóricamente ; aún no podéis tener más que :muy ;reducidas y poco agudas v.iv: e•r..Óas sobre la fugacidad de la vida... ; y se explica así el que, sabiendo todo eso que sabéis sobre J.o transitorio que es todo lo de aquí abajo, con ello prácticamente no contéis, y en vuéstro fantasear ilusionado soñéis siempre vuestra existencia futura casi completamente .feEz: sin una nube en el ci~lo, sin una sombra en la luz, sin ocasos en los días, sin ,una ,arruga en la frente, sin una ,esp,Í!na en el corazón... ))Y encima, todo a vuestro alr,ededor ,parece .conjurarse para m•anteneros en esos ensueños· !:cm n~tural~s, pero tan mentirosos ¿ Qué joven de dieciséis, de die·oi,ocho, d-e veinte años, puede hacerse deil todo insensible :a los encantos de la vanidad, al dul– císimo mareo de observaciones, comentarios, ,piropos y ,cumpli– dos que oye por la calle, y -en fas reuniones... , y a veces hasta en el mismo hogar? {hay madres tan bohas que no sosiegan si no llaman la atención de todos sobre lo cc,preciosas que ,estárn, sus hijas). Hasta alma tan ,angelical como Santa T eresita conoció,
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