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TEMPORAS DE PRIMÁ.VERA esta alma!, he tenido yo que dedrme con 1pena muchas veces en presencia de algunas y de algunos, •cuyos años de edad estaban a la misma altura que los vuestros. >>•e Por qué esas notas. para las que ha sido formado d instru– mento, no se producen? «Silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa» ... ¡ También sil.enciosas y cubiertas de po1vo se ven muchas almas! No dan lo que Dios y los hombres tienen derecho a es– perar de ellas. Están silenciosas para todo lo que sea mús.ica de altura ; s6lo producen estridencias de vacuas y facilonas vulga– ridades: vu1gares pensamientos, vulgares sentires, vulgares pre– ocupaciones,· vulgares afanes de lucir un poco por ahí y pasarlo lo mejor que se pueda... »Silenciosas, sí; y también cccubiertas de polvo». A su enmu– decimiento para todo lo bueno de alta calidad, se añade fatal– mente la suciedad y la defmmaci6n. Cuando algo no se emrplea para lo ,que ha sido hecho, se conv,ierte poco a poco en trasto deteriorado e inservible, seguro inquilino algún dfa de un des,ván con ratones y telarañas. También las almas juveniles-instru– mentos preciosos hechos por el •amor ,del Supr•emo Artista-, que no se emplean en dar lo ,que El tendría. derecho a exigir, acaban por ,ccoxidarse» o deteriorarse, atacadas por d polvo y la roña de su abandono espiritual. »Pero en muchas ocasiones, esas almas silenciosas y ,cubier– tas de polvo no tienen toda la culpa de su silencio y falta de brillo; quizá s-.ifren por ellos, y hl;l.sta anhelan liberarse ... C~mo el arpa estaba ,aguardando una mano de nieve, así también esas almas. inmorta·les, par.a salir de su espiritual mudez y apatía, sólo esperan las palabras de Dios a:propiiadas ,para ellas. palabras que son capaces de resucitar 1 a los muertos, ¡ ·cuánto más de sacudir a los dormidos ! »¿ Será ilusionarse demasiado el esperar que para algunas de vosotras sea mi voz la destinada a decir esas palabr,as divinas y vivificantes que s,e están inconscientemente aguardando? Her– mosa es,peranz:1 es la que luce en mi espÍritu, y me da su calor ipara emprender est:a nueva tarea... que no habrá de traernos s61o rosas. »Hermanas mías: de vosotras todas espera Dios la música operante de una nueva y más alta vida. Yo habré de tenerme 2

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