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TEMPORAS DE PRIMAVERA 99 <e ••• Y aquella libertad esclarecida, que en donde supo hallar honrada muerte, nunca quiso tener más larga vida. Nadie contaba cuánta edad vivía, sino de qué manera ; ni aun un hora lograba sin afán su valentía.>> »V,erdaderamente, amigos, que lo ·que importa no es la edad que se tiene, .el tiempo que se vive, sino de qué modo se vive y qué es lo que se hace. j Cuántas vidas cortas estarán colmadas de ,eficacia, y cuántas vidas ex:t,ensas ser,án una pul'a vel'güen2:a por su inutilidad l » El nogal, en la tarde del último domingo de mayo, ,apareda más hermoso que nunca. Hasta algunos pequeños pájaros anda– han enredando por sus ramas, sin asustarse mucho de los que abajo estaban s,entados disfrutando de su sombra. No había por · allí flores ; no corría brisa... Allí habfa s6lo la delicia de una tarde primáveral. de calma que acariciaba los cue11pos y sosegaba los espíritus. Y había también la ,grave voz del P. Fidel, que empez6 a ha– blar así a sus ,muchachos: -Viene ,a ser una tarea de sumo agrado ¡para los aficionados a filosofar-que no es ,exactamente lo mismo que estudiar tra– tados de Filosofía-el observar con actitud interrogante o me– ditabunda toda esta serie de cosas que encontramos en '1a tram 1 a de ,nuestro viv:r, cosas ,que Ia may,oría de las personas ,se con– tenta ,con manosear maquinalmente cada dí:a según criterios de utilidad o de placer. Una de tales cosas, llevada de un lado para otro, objeto de cbnversaciones y escritos, es Ja juventud: la rea– lidad y el concepto de la juventud. A muchísimos les tiene per– fectamente sin cuidado el saber :o que es Ja juventud: no les preocupa d conseguir un entendimi,ento cabal de la misma, sino el org,anizar su disfrute. »Yo me he hecho no ,pocas preguntas sobre este tema y pro– blema de la juventud... ; y he llegado a persuadirme de que la realidad de la vida joven se dfra en la suma de estos tres ele– mentos: Ardor de vida, Fe en el porvenir, Ansias de superaci6n.