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74 sejos y tal trabajo perseverante y abnegado del Padre Abelgas. ' 1 Dios nuestro Señor nos hizo varios prodi– gios estando un servidor .de Superior, algunos de los cuales hay que atribuirlos a las oraciones del Padre Santos. . . Mucho trabajó y se desveló en la construc– ción de fa casa· parroquial y en 4 1á terminación de la iglesia de Bayamo; estoy cierto de que, sin su trabajo, sus conocimientos e influencias, no se hubiera podido realizar el esfuerzo que supone el haber gastado du– :rante los tres años y algunos meses que estuve de pá– rroco, fa cantidad de 175.000 pesetas, sin contar los materiales reunidos anteriormente por el Padre Sal– vador, y fos gastos que él para etonces había ya he– cho" (27). El Padre Santos cultivó con delicadeza la devo– ción al Santo de los milagros, Antonio de P~ua, lo mismo cuando estaba en Bayamo que, cuando más tar.. de, fué destinado a la Misión del Caroní. Y el tauma•• turgo paduano jamás defraudó la confianza que en él deposit~ba. Cierto día en que los Padres de Bayamo estaban pasando los mayores apuros, por falta de recursos pará remunerar a los obreros el trabajo de la semana, re– gresaba del campo €1 Padre Abelgas, con los modes– tos ingresos correspondientes a sus. trabajos apostó– licos. El Superior esperaba aniosamente su regreso, como eR agricultor espera las benéficas aguas del flo– rido mayo, para cumplir el deber contraído con los trabajado.res. Cuando ya regresaba a caballo, un pobre necesi– tado le pidió limosna por amor de Dios; no podía el corazón generoso del misionero negársela. Por lo mis– mo, echó mano a su portamonedas y le alargó alg~oo (27). Padre Cármenes, lnfo~me particular, año de 1938.
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