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bía fué trasladado al Colegio de León, en eli que cur– sará la Sagrada Teología y .demás ciencias eclesiás– ticas necesarias para ejercer más tarde con: dignidad el santo apostolado. No faltaron allí tampoco fas prue– bas de su virtud, ya que la Providencia, en sus altísi– mos juicios, quería que nunca s-e a.partase del camino de la Cruz. Pero la conducta moral y religiosa de F'tay San– tos fué siempre la misma; es decir, edificante, ejem– plar para todos; a todos enseña con bellos ejemplos cómo se debe llevar la cruz de la vida reEgfosa, con sus austeridades, con sus mortificaciones y correccio– nes. El Padre Mariano de Vega, que conodó; trató íntimamente y dirigió en el camino espiritual a Fray Santos, desde los primeros años de vida claustral, no duda en llamarlo santo: "Por entender será del agra– do de Dios nuestro Señor y muy honroso para nuestr9 santo hábito el que se escriba la vida del Pad:te Santos de Abelgas, el cual toda la vida fué santo; y siempre - se distinguió entre nuestros religiosos, por sus virtu– des", etc. (15). El mismo Padre asegura que puede consignarse en la vida, que durante los estudios, la nota de conducta rnoral y religiosa siempre .fué la Máxin:m. i Once años sosteniendo la nota máxima en conducta moral y religiosa, en plena juventud, cuan– do las pasiones son más ardientes y violentas, cuando más se experimentan las consecuencias del arrojo, de la disipación y de la inexperiencia! Capacitados sobremanera debe juzgarse a los es– tudiantes para calificar las buenas o malas cualida– des intelectuales .y morales de sus compañeros, por– que el trato contínuo en las aulas, en las recreaciones y ( 15). Corla, al P. Coyetano de Carrocera, 25 de morz.o de 1938.