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240 Doiil veces ví al Padre Santos: Una de ellas llegó todo mojado, porque se había perdido. He oído hablar muy bien de él por los caños, y mal a nadie. Antonio Jaramillo. El año de 1923 vino por primera vez el Padre :Santos a Santa Catalina, y entonces le conocí, pare– ciéndome muy bueno, tratable, cariñoso y caritativo con todos. Nunca he oído hablar mal, y sí muy bien a todas las gentes. Yo le rezo para que ruegue al Sle– ñor por mí, por la conlfianza que le tengo. Eíadia Guzmán. 5<? Hacia el año 1923 ví por primera vez al Padre Santos, en Barrancas; fué muy amigo de toda mi fa– milia Mi impresión personal es, que era muy bueno, humilde, caritativo y cariñoso con todos; él me regaló un rosario. No teniendo que lamentar nada de ningún sacerdote, sin embargo, el Padre Santos me parecía mejor, encontrándo en él una superioridad sobrenatu– ral. Oí decir a Monseñor Nistal que tenía que ser un santo, pues aún las venas se le estaban secando por su vida penitente. Como tenía yo gran opinión de su santidad, la pedí una gracia muy grande, ya fallecido; se trataba de la conversión de un ser muy querido. Aparentemente no ftú escuchada, pero abrigo la esperanza de que el Pa– dre Santos le alcanzó la salvación. Dora Romero de Belfort. Maestra.

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