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234 por la edad que ,entonces yo tenía, mas he oído decir a muchas personas que era un Padre muy piadoso, pa• sando el tiempo solito en al capilla, en donde rezaba y oraba. Sentía yo una palpitación muy fea· en .el co– razón, le pedí al Padre Santos que me curara, y desa– pareció el mal. Aquí casi toda la gente le reza y le pide gracias con mucha fe. Agapita Narváez. Una vez me encontré con el Padre Santos en Cu, riapo. En otra ocasión yo no estaba presente, pero en, contrándose mi esposa muy grave, bondadosamente le administró los Sacramentos y la consoló con dulces palabras. De él nadie habló mal nunca. Rafael Beria. Traté al Padre Santos en cuentas ocasiones vino a Curiapo: Me parecía muy bueno, caritativo y cari– ñoso. En todo el pueblo tenía fama de bueno y santo. Sé que le han pedido gracias, y que las han obtenido por su intercesión. Adelaida Infante. 119 Conocí y traté al Padre Santos siempre que vino .a Curiapo, y algunas otras veces que iba de paso, y como yo ejercía el cargo de Secretario, casi siempre en funciones de primera autoridad, lo traté de cerca. El Padre Santos era muy cumplidor de su deber, en– tregado siempre al rezo, menos cuando tenía que ejer– cer los ministerios sacerdotales; ejemplar en todo, y