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IV OROCOil\'IA Bueno entre todos. - Recatado.--,- Alguill1las gracias. Desde que el Padre Santos vino a los caños' le traté con intimidad, y pude notar que era muy bueno entre todos los Padres, grandemente virtuoso y piadosa en el ejercido de sus ministerios sacerdotales; siempre devoto, regocido y apartado del trato con las gentes. Los moradores de los caños, todos le querían, le apre– ciaban y le consideraban un verdadero sa.nto. Muchas veces me he .encomendado a su protec– ción, y creo haber alcanzado las gracias siguientes: Venía yo con una sobrina en una enriara por el río Grande, y se levantó una furiosa tempestad, de :tal suerte que nos hizo temer por nuestras vidas. Enton– ces me dirigí al Padre Santos, y le dije: ¡ Viejito! acuéidate de la amistad que nos unió cuando vivías por estos lugares; protégenos en estos mome11.tos . de angustia". Mi sobrina, sin decirnos nada el uno al otro, también invocó al Padre Santos. Al poco rato cesó la tempestad, y llegamos felizmente al término de mi.es – tro viaje. En otra ocasión se me extravió una curiara. la de llevar los niños a la escuela; me cansé de buscar– la inútilmente. Encomendé entonces el asunto al Padre