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221 bre par0, tratar a la gente, por su devoción y compos'– tura exterior, por lo piadosamente que ejecutaba los actos ·religiosos, y por los buenos consejos que daba, • Nunca oí hablar mal de él, mientras. que sí hablaban bien las gentes. Después de su muerte siempre me en– comiendo a él, y creo haber obtenido gracias. Rosaür,a kponte rde Boada. 16q En Tt:.cupita conocí al Padre Santos, quien me parecía un santo por su trato, compostura y hu.mil• dad. Yo estaba enferma, y venía con frecuencia a vi– sitarme; :n::e aconsejaba la paciencia, y una firme con– fianza en Dios .de que me pondría buena. Le he hecho varias vec.es la novena. Hoy puedo asegurar que me na hecho r:.n verdadero milagro de orden moral, pidién– dole una gracia muy grande. Mi esposo buscaba siem– pre al Padre Santos para confesarse con él, por la con– fianza y, dulzura que le inspiraba. Adeiaida Ortega de Castillo. 17<> Con frecuencia traté al Padre Santos, y creo fir– memente que era un santo, por su paciencia y manse– dumbre. :Jel Padre Santos nunca se habló nada en contra, y todo a su favor. Yo siempre me encomiendo a él, y sé que otras personas también le ruegan con bastante frecuencia, por la confianza que se tiene de su valimiento. Josefa Cabra! de Faiicón. 189 Yo :oo traté personalmente al Padre .Santos· pero habiendo tomado una hija mía enferma una gr;n do-
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