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214 donde se encontraba el Padre Santos también enfer– mo, le administró la Extremaución, se hincó de rodi– llas y, llorando, en voz alta pedía a la Divina Pastora que le alcanzara la salud, por considerarle muy nece. sario para fa Misión. En vida del Padre Santos oí decir a muchas per• sonas, inclusive hombres, que le cuadraba el nombre de "Santos", porque parecía un verdadero sant-0, por su humildad y por el buen ejemplo que daba. Federico Mata. Desde mucho tiempo atrás conocí al Padre San• tos y me parecía un verdadero santo por su trato hu– milde y por su caridad. --¿ A quien subiría usted primero a los altares, al Padre X., o al Padre Santos? -Los dos eran muy buenos; pero yo primero su– biría al Padre Santos. Después de su múerte me he encomendado mlÍ– cho a él; ie he hecho novenas, y en la grave enferme– dad de una hija mía, a quien tuvieron que extraer un feto muerto, supliqué al Padre Santos que no murie– ra. A los 17 días estuvo gravísima, tanto que se con– fesó y recibió el Santo Viático. Pero desde ese momen– to empezó a reaccionar y se curó por completo. Al mismo tiempo que invocaba al Padre Santos, pedía también a San José de quien el Padre Santos Ecra tan devoto. - Vicenta, Rang.el de Góm~z.

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