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146 dirigían sus desvelos y sacrificios: Estos acontecimien– tos extraordinarios los reservó el Señor al Fundador de la Misión, Padre Santos, en parte a los Padres Gas– par de Pinilla y Alvaro de Espinosa; a la Madre Glo– ria y a otras Misioneras. Vino de España el Padre Pinilla, en plena juven– tud, el año de 1931, e inmediatamente se incorporó a la Misión d,el Caroní, desempeñando los cargos de pá– rroco de Guasipati y Tucupita, Superior de Araguai– mujo y de San Francisco de Guayo. En la actualidad es Obispo Titual .de Aso y Vicario Apostólico de la Mi– sión de Machiques. El Padre Espinosa arribó también a la Misión con el Padre Pinilla, y ha desempeñado los cargos de Su– perior de Amacuro, Santa Elena y Araguaimujo. Actualmente es Asistente de la Misión y párroco de Tucupita. La Reverenda Madre Gloria de Pamplona fué una de las primeras Misioneras que llegaron a la Misión, y luego de la muerte de la Madre Micaela, fué nom– brada Superiora de la casa de Ar~01.1aimujo. Después de trabajar incansablemente varios años en el Caroní fué nombrada Superiora general de las Terciarias Ca– puchinas residentes en Venezuela, con residencia en Caracas, en donde ha establécido el Colegío de Santa Teresa del Niño Jesús, y ha abierto el Noviciado para recibir aspirantes a la vida religiosa. Antes de cumplir la Misión de Araguaimujo diez años de su fundación, dió ·Monseñor Nistal, Vicario Apostólico a la sazón, la voz de alerta, para que los misioneros enseñaran a los indios mayores internos ~l camino a segtúr, ya que habían cumplido el tiempo reglamentario en la educación. Entonces ~mpezaron las relaciones que autorizaban las comunicaciones amm·o-