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13 Siempre fué España madre de héroes y de santos. Y aunq~e todas sus regiones pueden gloriarse de haber ;dado a fa Iglesia y a la Patria, hijos que se elevaron a la gfor ia de la santidad, de la ciencia, de las armas, de conquistas y descubrimientos afortunados, se dis– tinguió,11 especial.mente en tiempos 'pasad~, la provin– cia de León parte integrante del reino del mismo nombrei célebre en la historia _de_ la Pení~ula Ibérica. Poi' el Norte de esta provmcia se extiende de Es– te a O~ste la cordillera Cántabro-Astúrica, en cuyas estribaciones meridionales se hallan diseminados nu– meroso~ pueblos de gente sencilla, honrada y traba– jadora, 1 que vive feliz en medio de sus montañas y a orillas j:ie sus pintorescos riachuelos, constituyendo el municipio de Lánea1·a, del cual es el pueblo más impor– tante Abelgas, forma,do por unos noventa hogares y al red~dor de cuatrocientos habitantes. En algunos docum~ntos oficiales se da a la población de Abelgas el t ítulo .de villa. 1 Ditha provincia de León ha sido en nuestros días uno de/ los más fecundos semilleros, de donde brota– ron ár1poles pletóricos de savia y de frutos, que die– ron vil/la exuberante al ja.:rdín seráfico en la Rama Capudiina. 1 At\nquc es cierto que las vocaciones •a la vida claustr~l se encuentran, de ordinario, en donde se cul– tivan y se buscan, creemos, sin embargo, que el con– vento de Capuchinos de León entregado a la Orden el año /de 1880, irradió tan atrayentes fulgores de luz evang~lica, pór los pueblos de la provincia, que fué esta una de las causas oue llamaron a la vida austera y hum,ilde del Serafín de Asís, a gran número de va– rones que ilustraron con ciencia y virtud el sayal fran– ciscan<¡> (4) . (4 / . Véase, P. Cayetor,c de Carrocera en Ven. Mis. , año ]9 pág. 1.2¡. 13.