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1 LA AURORA La; wida divina. - Patiia del SieI'VO de .Dios. -· Nooimie:nto y primeros años,. - "Híncate que voy ia, deeir misa". Espléndida sobre manera se mostró la divina Pro– videncia en la creación del hombre, pues Je hizo a su imagen y semejanza (1). Y mayor gala de.su poder, sabiduría y bpndad desplegó en la elevación del mis– mo al estado ·sobrenatural, ya que revistió el cuerpo corruptible con el manto de la inmortalidad, comuni– có a la inteligencia humana la ciencia infusa, e injer– tó en el alma la vida divina (2). Cierto es que por el pecado se eclipsaron estos bellos dones sobrenaturales, pero es de fe que Jesu– cristo los recuperó para la humanidad mediante la encarnación, la pasión y la muerte: la Redención fué copiosa. Por otra parte, dejó el divino Redentor a los re– dimidos el caudal inmenso de auxilios eficaces para con.servar y aumentar la vida divina comunicada en el bautismo, con el fin de que remontaran el vuelo a la cumbre de la perfección cristiana, mandándoles que {1 ). Gen., 1, 27. (2 ), lla,. Petri, I, 4.