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89 que hlama vuelve al tema de la noche adopta una perspectiva pneumatológica, ofreciendo toda una descripción de la actuación del Espíritu Santo en la oscuridad nocturna. Acudimos, pues, a estos textos de Llama 43 • a. LB 1,18-26 comenta el v. 4 de la primera estrofa, en el que el alma se dirige "a la llama que es el Espíritu Santo" (LB 1,1), diciéndole: "pues ya no eres esquiva". Al terminar el comentario del v. 3 alude brevemente a la actuación de la llama al final del recorrido de la noche. Dice: "por cuanto el alma, según su sustancia y potencias ... está bien purgada, la sustancia divina .•. con su divina llama la absorbe en sí, y con aquel absorbimiento del alma en la Sabiduría, el Espíritu Santo ejercita los vibramientos gloriosos de su lla– ma" (LB 1,17). Por un lado, habla de la absorción del alma en la "sustancia divina" y "en la Sabiduría": alude así a su transformación en Dios, el Pa– dre, presente en su Sabiduría, el Hijo; y explica que esta absorción se realiza gracias a la "llama" de la sustancia divina y del Espíritu Santo: se refiere con esto al arr-aigarnento en el alma del dinamismo divino del Espí- 43 En estas "digresiones" se vuelve a la purificación de que hablan Subida y Noche, aunque "ni una sola vez da e,1 nombre de noche a esta purifi– cación, a pesar de que la doctrina coincida casi literalmente con la dada en Noche a cerca de la misma realidad, donde la denominación es corriente" F. RUIZ, Introducción a san Juan de La Cruz, p. 267. Sin embargo, reaparece, además de la misma temática, el mismo lenguaje. Así quedan unidas Llama, con su símbolo, y Subida-Noche, con el suyo: la llama de la noche. Nada de esto ocurre en las primeras estrofas de Cántico, que hablan de las mismas etapas del proceso espiritual que ~ubida y Noche. Sobre estas "digresiones" de tlama cf. F. RUIZ, Introducción a san Juan de la Cruz, pp. 265-269; Obras, pp. 766, 822; E. PACHO, ObrruI, pp. 1165-1168, 1203, 1256, 1290; San Juan de la Cruz. temas fundamentales, v. 1, pp. 92-96; sobre la pneumatología de Llama cf. H. SANSON, El espíritu humano según san Juan de la Cruz, pp. 520- 551; F. RUIZ, Cim_as de contemplación. Exégesis de "Llama de amor viva" en EphCarm 13 (1962) 257-298.