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74 Concluye la explicación filosófico-psicológica diciendo que "es suma ignorancia del alma pensar podrá pasar a este alto estado de unión con Dios si primero no vacía el apetito de todas las cosas naturales y sobrenaturales que le pueden impedir ... ; pues es suma la distancia que hay de ellas a lo que en este estado se da, que es pura transformación en Dios" (SI, 5,2). Empezando la demostración escriturística, acude para probarlo a lo que "nuestro Señor, enseñándonos este camino, dijo por san Lucas: 'el que no renuncia todas las cosas que con la voluntad posee, no puede ser mi discí– pulo' (Le 14,33). Y esto está claro, porque la doctrina que el Hijo de Dios vino a enseñar fue el menosprecio de todas las cosas para poder recibir el precio del espíritu de Dios en sí; porque, en tanto que de ellas no se des– hiciere el alma, no tiene capacidad para recibir el espíritu de Dios en pura t rans.formac i ón" (S I, 5, 2) . Así, estab1ece una re1ación entre el menosprecio de las cosas y el precio del espíritu de Dios. Pero el significado de esta relación no es claro: depende del alcance dado aquí al término espíritu. Este término puede aludir al Espíritu Santo; en este caso, se trataría de negarse al apetito de las cosas, de menospre– ciarlo, para dar paso al Espíritu Santo que suscita el apetito de Dios, permitiendo, o realizando incluso, la transformación en él. El término espí– ritu puede aludir también a la plenitud de Dios; en este caso, se trataría de perder las cosas mismas, de menospreciarlas, para recibir la plenitud divina y transformarse en el1a2s. 28 "Resulta arduo clasificar y definir los móltiples significados que san Juan de la Cruz asigna al vocablo 'espíritu'. Es una de las palabras más frecuentes y fecundas de su lenguaje. Por otra parte, tanta variedad de significados se presenta como dilatación de un germen inicial" F. RUIZ, Introducción a san Juan de la Cruz, p. 316. Cabe una simplificación. Espí-
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