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62 Esta presentación de la noche como camino de Jesucristo está en profunda conexión con la descripción que va haciendo de la misma como camino del hombre. Por un lado, la noche del hombre queda absorbida en la noche de Jesucristo: al recorrer las noches del sentito y del espíritu, el hombre participa en el destino de Jesucristo; el destino de Jesucristo es el funda– mento de su propio destino humano. Por otro lado, la noche de Jesucristo queda constituida por la noche del hombre: al atravesar las noches sensitiva y espiritual, Jesucristo asume el destino del hombre; el destino del hombre es la causa de su propio destino humano-divino. La noche es, pues, el des– tino del hombre vivido por Jesucristo 13 • sentido y la noche del espíritu; observamos, con todo, que en Cristo estas dos noches no son sucesivas; ni pueden serlo, pues no pueden tener carácter purificativo, como hemos hecho notar. Cf. S. GATTO, La comunione con Dio in Cristo, pp.155-156. En este contexto hay que entender los textos soterio– lógicos: "en él (el desamparo de la cruz) hizo la mayor obra que en toda su vida con milagros y obras había hecho, ni en la tierra ni en el cielo, que fue reconciliar al género humano por gracia con Dios", "en aquel tiempo (en que estuvo crucificado) le desamparó (el Padre) porque puramente pagase la deuda y uniese al hombre con Dios" (S II,7,11). 13 F. Ruiz ha señalado la interrelación entre cruz y noche: "El primer paso eficaz de comprens·ión (de la noche) lo damos acercando la noche oscura a la cruz de Cristo. Lo hace san Juan de la Cruz: 2S 7; 2N 6,1. Cruz y noche pertenecen al mismo misterio. Por eso, el santo habla insistentemente de ambas. 'Cruz' marca el significado cristiano, teologal de ese misterio (de la purificación nocturna del hombre): su relación con Cristo ... 'Noche' expresa su inserción, la vivencia del misterio de la cruz en la dinámica de la vida espiritual. Se complementan: noche da el cuadro de vida espiritual y las funciones de crecimiento; cruz señala raíz cristiana, sentido, funciones de amor y redención. La perspectiva más completa está en la mezcla de ambas denominaciones con sus respectivas tonalidades. Sin necesidad de grandes explicaciones, ya la yuxtaposición de noche y cruz derrama claridad y sen– tido sobre la realidad oscura. Cruz dice: amor, redención, persona de Cristo ante todo" Horizontes de la noche oscura, p. 394. Cf. F. GARCIA MUÑOZ, Cris– tología de san Juan de la Cruz, pp. 167-203; GIOVANNA DELLA CROCE, Parte--;;:¡: pazione alla passione e marte di Cristo in San Giovanni della Croce, pp. 220-221, 229-237; LUCIEN-MARIE DE SAINT JOSEPH, Le Christ dans la doctrine de saint Jean de la Croix, pp. 268-270. Así se llega a ver en profundidad la relación entre los aspectos cristológico y antropológico de la noche.