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Esta entrada de los HH. MM. Capuchinos en Venezuela, con el fin de evangelización de los indígenas es más debida a la fuerza de los acontecimientos que a un determinado proyecto misional en estas tierras,, Fr. Francisco de Pamplona, en el siglo Don. Tiburcio de Redín, general de los ejércitos reales, almirante de la escuadra española en las Antillas y Golfo de México, dejando todas sus glorias mundanas, viste el hábito capuchino y solicita ser enviado a misionar entre infieles. Al contacto físico de su vida militar con la realidad se hace un promotor de las misiones. Gracias a sus influencias, logra se establezcan dos misiones de Capuchinos en Africa, otra en El Darién (Panamá). Logradas éstas, pide autorización para establecer una misión en la isla de Granada, en la que, siendo almirante, fue bien acogido por los nativos en el apuro de uno de sus barcos. "El hombre propone, y Dios dispone". Cuando con las licencias de Roma y del Consejo de Indias llega a Granada con dos sacerdotes Capuchinos, la isla ha sido ocupada por los franceses y no les permiten quedarse allí para mis10nar. Se dirigen a Margarita, y allí les informan que en tierra firme hay un pueblo indígena numeroso, llamado cumanagoto que no está evangelizado. El gobernador de la isla, D. Francisco Santillana y Argote les anima a probar suerte con estos indígenas, les ofrece cuanto necesitan para su ministerio y les aconseja dirigirse a Cumaná, para que allí les señalen lugar donde fundar una nueva misión. En Cumaná hay una junta solemne a la que asisten el Obispo de Puerto Rico, el gobernador de Cumaná y los exgobernantes de Cumaná y Guayana. Todos convinieron en que se dedicasen a evangelizar a los indios píritus, palenques y cumanagotos. Así lo hicieron los misioneros y en compañía del Sr. Obispo y un intérprete se dirigieron al lugar de los píritus que los recibieron muy bien, y empezaron su apostolado. Los éxitos alcanzados hacían esperar una pronta evangelización del grupo indígena. Pero pronto empezaron las contradicciones, pues al tratar de proteger a los indígenas contra abusos de los colonizadores, éstos empezaron a hacer la guerra a los misioneros. 5