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ORACION PARA MAÑANA Hno. Carlos· Bazarra, OFM.Cap. Todos los días amanece. La aurora es la esperanza cotidiana de las noches. No puedo renunciar, después del sueño, a darle vida a mis sueños, hacerlos palpables, creíbles. Hay que soñar, y dejar que caliente el sol, dando cuerpo y sangre a la ilusión. Entonces ya no serán quimera, serán realidad. Un nocturno sin fantasía es una noche aburrida. Soñemos, pues. +++++++ Nuestra congregac1on en Venezuela se va haciendo venezolana. Disminuimos los españoles y crecen los venezolanos. ¡Ay, Padre, cómo cuesta morir! ¡Con qué facilidad brota el comentario burlón a la manera de ser nativa, desde la autosuficiencia de nuestro nacionalismo de ultramar! ¡Siempre ese orgullo infiltrado de creernos superiores! Necesitamos la humildad que Tú, Jesús, nos inculcabas en el Evangelio: "Busquen el último lugar, sepan servir, sean como niños... " He aquí un serio desafío a la formación para la vida religiosa. ¿Es que Tú no amas a los criollos como son? ¿Es que Tú sólo aceptas al que es capaz de blanquearse renunciando a su identidad? ¿Cómo tratamos al joven venezolano que quiere forjar, sencilla y evangélicamente, su historia personal entre nosotros? Líbranos del orgullo de una vida religiosa españolizada en Venezuela. La formación es la piedra de toque de una autenticidad católica y ecuménica, de un Evangelio y de un Carisma anunciado a todas !as gentes de todos los tiempos. +++++++ 72

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