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capital que luego pasaron a manos del Estado a medida que la sociedad deitana iba siendo capaz de asumir esas responsabilidades. Se atendieron .los enfermos, hospitalizados o no, se fundaron congregaciones piadosas y la Acción Católica y se levantó un edificio para colegio. Esta parroquia se dividió dando lugar a la de Pedernales, año 1952, y a la de Araguaimujo que sigue siendo al mismo tiempo centro misional. Pedernales comienza a tener sacerdote residente capuchino. El régimen colonial se calca en el republicano variando únicamente aspectos circunstanciales. La Nación necesita poblar y defender las fronteras y envía a los que en solitario están dispuestos a ir, aun con otras motivaciones. Después de un siglo de intentos infructuosos de carácter civil y de laudos arbitrales que despojan a Venezuela de lo que los misioneros en el siglo 18 les habían "pisado con sus sandalias" se decide, a pesar de todas las repugnadas atávicas, a convenir con los capuchinos para que vuelvan a mantener las fronteras en el status de territorio ocupado. La Iglesia lo acepta bajo la figura de Vicariato Apostólico. Las fundaciones en las "líneas" de Barima y Amacuro responden a las presiones del Estado. No estaban indicadas desde el punto de vista eclesial. Aquellas fronteras tenían y tienen mínima densidad demográfica y ya estaban atendidas por los misioneros católicos irlandeses desde la vecina Guayana Británica, incluso hasta Curiapo, a 150 km. de la "línea". Las relaciones, fricciones y problemas entre los misioneros y ciertos personeros de los gobiernos y de la sociedad son los mismos que se produjeron en los tiempos coloniales: resistencias, envidias, calumnias, ciatería presupuestaria, desconocimiento informativo y desconocimiento legal de la Ley de Misiones, afán prematuro de apoderarse de los logros del sudor misionero, etc. El Centro Misional de Araguaimujo se dedica especialmente a la ganadería y a la agricultura para abastecerse y hacer obra social; el de Guayo, al arroz y a la pesca con los mismos fines. Pero éste además instala un aserradero mecánico para extender más la obra social. Ambos Centros tienen internados de varones y hembras, escuela, iglesia, capilla, dispensario y talleres. Se envían a los mejores alumnos a instituciones del Centro de la República para que un día tomen el relevo de los misioneros tanto en el orden eclesiástico como civil. 45