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Tanto en la Nueva Andalucía como en Guayana, una vez que los indios se "reducían" a pueblo gracias a los consejos y garantías de los misioneros, bajo la dirección de éstos adquirían hábitos de convivencia, laboriosidad y economía. Construían sus casas, iglesias, depósitos y hasta fortines para defenderse mejor de los merodeadores indígenas y europeos. Practicaban la agricultura, ala ganadería, la artesanía de curtientes, telares, madera y barro (ladrillo, teja) en forma comunitaria y en forma familiar. Aprendían los rudimentos de la religión cristiana cotidianamente y asistían a los actos de culto. Acudían a la instrucción y al trabajo según lo disponían las autoridades indígenas a las que se les había entregado el bastón de mando. El misionero, uno en cada pueblo, organizaba, dirigía y vigilaba. Por su parte, en su propia casa mantenía un grupo selecto de niños y jóvenes a los que educaba más intensamente en el castellano, la música, en la vida civil de donde saldrían los dirigentes comprometidos en el desarrollo de su pueblo. Los frailes no podían tener conventos ni trabajar para sí ni tener posesiones. Aunque vivían los misioneros engolfados en los . trabajos administrativos y promocionales, trabajando con sus propias manos, encontraron tiempo para estudiar las lenguas indígenas y publicar gramáticas, léxicos y libros para la catequesis y los sacramentos. Los capuchinos aragoneses publicaron: "Arte y Vocabulario de la lengua de los indios chaimas, cumanagotos, cores, parias y otros diversos de la Provincia de Cumaná" (F. Tauste); "Doctrina Cristiana y Catecismo" (F. Tauste); "Instrucción para los confesores en lengua chaima" (Juan de Pobo); "Catecismo de la Doctrina Cristiana en la lengua chaima" (F. de la Puente). Y otras que sería propio nombrar. Por su parte los capuchinos catalanes dejaron en · Trinidad para el uso de los Curas Doctrineros a sucederles: "Cartapacios para el confesonario, predicación y doctrina" y "Gramática de la Lengua Naparima". Serían hoy instrumentos preciosos para el estudio de la lengua guaiquerí que según confesión de sus hablantes era parecida a la lengua guarao (Humboldt). Compusieron y se conservan manuscritos "Vocabulario de la Lengua Arauca", "Breve compendio de nombres substantivos y adjetivos o términos más comunes y necesarios para entender la lengua pariagota por el abecedario con algunas notas y advertencias" (Miguel Angel de Gerona). Y un vocabulario "... de espanyol a guaraúno", con varios apéndices para uso litúrgico. La actividad que más dolorosamente ocupó el tiempo de los misioneros fue la defensa permanente del indio frente al abuso de los blancos, fueran •gobernadores, regidores, encomenderos e incluso clérigos. Cédulas reales en mano recorrían cortes Y 4 1

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