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tres años los cuales ostentaban una gran autonomía tanto eclesiástica como civil, pero estaban sujetos a las inspecciones de los Gobernantes y Obispos e.orno representantes reales. Para defenderse de las extralimitaciones de estas autoridades, los Misioneros tenían en la Península un Comisario General y un Procurador que los gobernaban, representaban y defendían. Los misioneros aragoneses recibieron como su territorio lo que hoy constituyen los Estados Sucre y Monagas, más el Delta del Orinoco, fue~a de lo que ya estaba colonizado y sujeto a los Gobernadores y sus corregidores. Es decir: casi todo. Siguieron una política de asentamientos o concentraciones "sacando" de los montes a los indígenas dispersos, reduciéndolos a pueblos. Avanzan desde Santa María de los Angeles a medida que los "asentamientos" o pueblos se van consolidando, deteniendo su expansión al llegar a territorio guaraúno. Consideraron que no era apto para "poblar", pues sus terrenos anegadizos no permitían la agricultura de la época ni la ganadería, fuentes del sustento y la economía, ni la edificio de casas en forma consistente. Decidieron trasladar a los guaraúnos a la "tierra firme" de lo que, repito, hoy son los estados Sucre y Monagas. Constantemente los documentos de la época insisten en que "sacaban" a los guaraúnos de las Bocas del Orinoco. No se oponían ellos a los traslados, pero eran los indígenas más inconstantes y se "fugitigaban" con harta frecuencia y con gran dolor de los misioneros. Aunque éstos no dejaban de comprender las razones de los fugitivos. Estos son al menos los pueblos que los capuchinos aragoneses fundaron con guaraúnos, sin que nosotros podamos por el momento distinguir si los indígenas eran deitanos o estadales: Santa Isabel de Paria, año de 1688. Santa Ana de Sopocuar, 1714. Santa Cruz de Cumaná, en Payacuar, 1716. Purísima Concepción de Cocuísas, 1728. Santo Domingo de Caicara, 1731. San Miguel de Guanaguana, 1732, en su segunda fundación. San Fidel de Teresén, 1733. San Pablo de Coicuar, 1734. Soro, 1736. San José de Irapa, 1736. San Carlos Borromeo de Amacuro (hoy Macuro), 1738. Unare, 1749. 37