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de cemento, con planchas de zinc en el techo y planta alta en dos de sus alas. El año 1.985 se renueva todo el techo de la casa de las Hermanas. El año 1.987 se cambió. el techo de la casa de los Misioneros y de la iglesia. Santa Elena fue erigida Cuasiparroquia el 1 º de febrero de 1.944. El tres de noviembre de 1.954 Santa Elena es declarada Sede del Vicario Apostólico. El día siete de noviembre del mismo 1.954 es solemnemente bendecida la iglesia parroquial, que hará de Catedral del Vicariato. San Francisco de Luepa Para facilitar la evangelización de los Arekuna, pobladores del nordeste del Vicariato, y asegurar la frontera con la Guayana Inglesa, se establece un Centro Misional cerca de la quebrada de Luepá, afluente del Apanwao, un poco al norte del río Parupá. El día cuatro de junio de 1.933 toman posesión del lugar el P. Maximino de Castrillo y Fr. Lucio de Mellanzos. El P. Eulogio Ma. de Villarín nombrado Superior, reside en Santa Elena y llega el día 20. La casa inicial la habían construído los indígenas mandados por el Capitán Antonio Lobo, para que los Misioneros se residenciasen entre ellos. El P. Eulogio trae dos niños de Santa Elena y con ellos inician el internado indígena. Esta casa se abastece de lo necesario por la vía del Cuyuní: el ganado se traerá pronto de El Brasil. El 8 de diciembre hace su Primera Comunión el indígena Juan Berciano y se bautizan dos niños internos. Una vez consolidado el Centro con edificios más cómodos, se hacen varias experiencias agrícolas, incluso desencajando una laguna. Pero, al fin, se convencen de que la tierra no vale para esos cultivos aun rudimentarios, como para abastecer a un poblado. El 12 de junio de 1.936 llegan a Luepá, en avión, las Hermanas Franciscanas, que se encargarán del internado de niñas indígenas. Son ellas: Hnas. Clara, Mercedes, Celina Teresa y Consuelo. Luego empiezan a recoger por los caseríos niñas para el internado. El 16 de abril de 1.937 cae en la selva del Cuyuní en avión de ruta, en el que, entre otros pasajeros, viajaba el P. Baltasar de Matallana, quien fue el animador de los siniestrados hasta el 29

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