BCCCAP00000000000000000000749
¡entre las realidades asquerosas siguen germinan– do bellas plantas! El lodo o la basura no pueden con todas las flores. Tres ejemplos: Un hombre, una jovenzuela, una niña. El hombre, desde Suiza, donde ahora trabaja: «Hace ya años, yo prometí dar X pesetas para esa obra de caridad; pero era una promesa... sin cumplir, hasta hace dos días que he hecho un giro de francos suizos. «Comprendo que ahora la cosa no tiene el mé– rito que hubiera tenido si la hubiese realizado cuando más me costaba; pero somos así ... Uste– des sean buenos, y háganme un hueco en sus corazones, para pedir a Dios que no me abando– ne, aquí donde se respira tan gran ambiente de corrupción». La jovenzuela se ha presentado con sencillez a sí misma: «Soy una chica de 17 años. Hace :dos meses pude empezar a trabajar; y he pro– metido dar todos los meses un día de haber para los pobres. A mí no me sobra; pero otros habrá más necesitados... Lo que pido a Dios es que pueda seguir trabajando». Jóvenes con 17 años podréis encontrar a mon– tones por ahí; chicas con ganas de trabajar, o que trabajen, no escasean tampoco; pero vidas que a esa edad florezcan con rasgos así, de soli– daridad cristiana, son como una excepción de belleza que ponen notas de gracia hasta en el pobre paisaje de la mayoría. 61
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz