BCCCAP00000000000000000000749
nos cuanto de felicidad sustancial, aunque incom– pleta, es posible en este mundo. «Dichosos los pobres, los sufridos, los que llo– ran... » No, que la pobreza, o el sufrimiento, o el llanto aporten por sí mismos la dicha, sino que Dios se oculta muy frecuentemente detrás de esas cosas, y El, que no puede ser sustituido por nada ni por nadie, puede compensar con creces la falta de todo. 113 8
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz