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Actitud de espera.-« Y esperar a su Hijo, que ha de venir de arriba.» El cristiano de verdad es el que vive proclamando y contando con eso tan olvidado -o que se quiere hacer olvidar- de nuestro Credo: «Y de nuevo vendrá con gloria a juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.» El cristiano de verdad es un hombre con espe– ranza, y que vive a la espera..., transido de ese sentido último de expectación, sin el cual, según Papini, «la Religión no puede mantenerse viva en el corazón de los hombres». El cristiano de verdad... Si el marxista dice: El hombre. lo es todo, y todo habrá de venir de él, el cristiano está bien seguro de que el hombre, aunque muy importante, no lo es todo, ni mu– chísimo menos, y de que lo verdaderamente deci– sivo no podrá venir de él. La salvación y la pleni– tud nos llegarán de fuera; y precisamente por obra y gracia de Uno, que ya vino y habrá de re– tornar... Tenemos que preguntarnos mucho por ciertas notas que conforman o definen el «ser cristiano», no sea que arteramente se nos vaya metiendo un cristianismo que no es el auténtico, el que nos anunciaron los únicos que conocieron de cerca el pensamiento de Cristo. Desde las cosas que acabo de recordar de la pri– mera página del primer escrito cristiano, pode– mos ya dar un buen puntapié: - A eso de que el cristianismo es sobre todo, o del todo, un humanismo. - A eso de poner el cristianismo en pura di– mensión horizontal hacia los hombres, porque 108