BCCCAP00000000000000000000749

de un misterioso Alguien, con el que hay siempre que contar. Leamos el episodio de Mt 14, 29-33. Esa situación de Pedro, vacilante y a punto de... , se repite cada día. El cristiano, en este mundo -y quizá como nunca en esta hora del mundo-, tiene que avan– zar frecuentemente como caminando sobre un mar de dudas, que a veces se encrespan hasta ex– tremos de muy grave peligro. Sólo hay una manera de no acabar hundiéndo– se: mirar y gritar a Cristo, como Pedro. Sólo su MANO puede ofrecer firme asidero a la nuestra. 99

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz