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46. También en ese mismo año (1231), los herma– nos que moraban fuera de los muros, entraron en Erfurt. 47. En el mismo año (1225), el hermano Alberto de Pisa, ministro de Alemania, envió al hermano Jor– dán, entonces custodio de Turingia, como consuelo y ayuda, al hermano Nicolás de Rhin, sacerdote y jurista, que fue apellidado Nicolás el Humilde 86 • Esta virtud, en efecto, destacaba de manera muy especial en él. Murió en Bolonia dejando abundantes pruebas de santidad. El hermano Jordán salió a su encuentro entre Gotha y Ei– senach; se saludaron besándose con reverencia y afecto fraterno y se sentaron juntos. Pero como el hermano Nicolás, hombre humilde y de sencillez columbina, esta– ba reverentemente silencioso frente al hermano Jordán, el hermano Pedro de Eisenach, compañero del hermano Nicolás, un tipo alegre y chistoso, conociendo su humil– dad, le dijo: "Hermano Nicolás, ¿no reconoces a nuestro rey y señor?" Y él, juntando las manos, humildemente respondió: "De buena gana conozco y obedezco a mi se– ñor". Y el hermano Pedro añadió: "¡Ese es nuestro cus– todio!". Al oír esto, el hermano Nicolás se levantó y dijo su culpa con profundo arrepentimiento porque lo había recibido de una manera un tanto inadecuada; y arro– dillándose, presentó al hermano Jordán su obediencia. El hermano Jordán lo destinó a la casa de Erfurt, para que allí aguardase sus órdenes. Y después de tres 86 Boehmer, op. cit., p. 41, identifica a este hermano con Ni– colás de Montefeltro, de quien habla Salimbene en su Crónica y la Cronaca dei XXIV Generali. Boehmer interpreta "en ese mis– mo año" como 1231, ligándolo al párrafo anterior. Hemos pre– ferido a Glassberger, que explica: "también en ese mismo año, esto es 1225 ... ". (op. cit., pp. 40-41). 54

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