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y los hermanos laicos Enrique de Colonia, Gernoto de Worms y Conrado de Suabia. A estos hombres siguieron el hermano Ju(an) de Colonia y el hermano Enrique de Hildesheim. 41. En el año del Señor 1225, el hermano Jordán envió a algunos hermanos laicos por Turingia a infor– marse sobre las condiciones de varias ciudades. Les se– guía, sin embargo, y a veces les precedía el hermano Ermanno, novicio y predicador. Al llegar este último a Eisenach, donde un tiempo fue capellán y donde ha– bía entrado en los hermanos de la Orden Teutónica, predicó muchas veces al pueblo. Al escuchar su predica– ción y observar el ejemplo de su vida -que, de tantas comodidades como había tenido en la Orden de los hermanos teutónicos, había pasado humildemente a una Orden tan humilde y austera-, el pueblo estaba muy edificado y en cualquier lugar donde se anunciaba su predicación, allá concurría todo el pueblo. Por esta razón, los dos párrocos de la ciudad, te– miendo que si los hermanos apoyaban a uno de ellos el pueblo se alejaría del otro, uno ofreció a los hermanos dos iglesias y el otro una, para que escogieran y se que– daran en la que prefiriesen. Pero el hermano Ermanno, no atreviéndose a escoger sin el parecer de los herma– nos, difirió el asunto al hermano Jordán para que, to– mando consigo a un compañero sensato, viniera a Eise– nach y escogiera con cuidado lo que fuera de su agrado. Y viniendo, examinó el asunto atentamente y escogió el lugar donde todavía viven los hermanos. 42. En ese mismo año, al comienzo de la cuaresma, los hermanos recibieron una residencia en Gotha y ahí permanecieron durante 25 años, ejerciendo generosa- 51