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rante los seis días que tardaron en llegar. Después, en la fiesta de san Miguel, el hermano Cesáreo pronunció un sermón para el clero y el hermano Bernabé otro para el pueblo. Como fruto de sus predicaciones, un ciudada– no de Trento, llamado Pellegrino, rico y versado en las lenguas alemana y lombarda, luego de haber vestido a los hermanos con nuevos hábitos y túnicas, vendió to– dos sus restantes haberes y distribuyó el dinero a los pobres, y fue recibido en la Orden. 21. Después, el hermano Cesáreo convocó en Trento a sus hermanos, y luego de ex.hartarles a guardar la hu– mildad y la paciencia [dejó a algunos en la ciudad para edificación del pueblo, y a los demás] 59 los reagrupó de dos en dos y de tres en tres, estableciendo uno para las cosas temporales y otro para las espirituales, y los envió por delante de sí a Bolzano. Y también ahí el señor obis– po de Trento asistió algunos días más a los hermanos que seguían llegando y les concedió licencia para pre– dicar en su diócesis. Una vez que salieron de Bolzano llegaron a Bressa– none y fueron recibidos benévolamente por el obispo del lugar. De Bressanone se internaron por zonas montañosas y llegaron a Sterzing (Vipiteno) después de la hora de almuerzo. Pero como los habitantes no tenían más pan al alcance de la mano y los hermanos no sabían mendi– gar, prosiguieron viaje esperando llegar por la tarde a un lugar donde pudieran ser socorridos por la cari- 59 La adición está entre corchetes en la ed. de Boehmer (p. 24) que la tomó de Glassberger. 40