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13. En aquel mismo tiempo vivía en ultramar una "pitonisa" que predecía muchas cosas ciertas, y por eso era llamada en aquella lengua "la Verídica ... " 36 • [ Ella había dicho a los hermanos que estaban con Francisco:] "¡Vuelvan, vuelvan!, porque a causa de la ausencia del hermano Francisco la Orden está confundida, se divide y se dispersa". Y esto respondía a la verdad. En efecto, el hermano Felipe 37 , que tenía el cuidado de las Damas Pobres, contra la voluntad del bienaventurado Francis– co, quien prefería vencer la adversidad con la humildad antes que con la autoridad de la ley, había pedido y obte– nido de la Sede Apostólica una carta en que se le autori– zaba para defender a las Damas y a excomulgar a cuan– tos las molestaran. Del mismo modo, también el her– mano Juan de Campello 38 reunió a un gran número de leprosos, hombres y mujeres, salió de la Orden y quiso ser fundador de una nueva Orden; redactó una Regla y se presentó con sus seguidores ante la Sede Apostólica para su aprobación. Fuera de estos hechos enojosos, durante la ausencia del bienaventurado Francisco surgieron también otros motivos de turbación, tal como lo había predicho "la Verídica". 36 "Pythonissa", es decir, "adivina". El texto está trunco; con Boehmer, lo hemos completado con la frase entre paréntesis cuadrado derivada de Glassberger (cfr. ed. Boehmer, p. 12). 37 Uno de los primeros compañeros de Francisco; para lC 25, el sexto compañero. Es llamado Felipe Longo. Era "visitador" de las Damas Pobres. 38 Quizás se trata de Campello sul Clitunno. Sin embargo no se excluye que pueda ser un apodo: Juan de Cappella, es de– cir, del sombrero (cfr. ed. Boehmer, p. 13, nota 1). 30

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