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5. Después fueron enviados a Alemania. . . Juan de Penna 18 con cerca de sesenta hermanos o tal vez más. Estos, penetrando en las regiones de Alemania y no conociendo la lengua, al preguntárseles si querían alojamiento, comida o cosas similares, respondieron "ja" y de esta manera fueron benignamente recibidos por algunos. Y, al notar que con esta pEtlabra "ja" llegab"m a ser tratados humanamente, decidieron responder "ja" a cualquier corn que les preguntaran. Pero sucedió que, al preguntárseles si eran herejes y si habían llegado pre– cisamente para contaminar Alemania, así como h1bían pervertido también LombEtrdía 19 , de nuevo respondieron "ja". Entonces, algunos fueron encarcelados, otros, des– p::;,jados, fueron paseados desnudos como un espectáculo cómico p:1ra la muchedumbre. Al ver los hermanos que ne podían producir fruto en Alemania, retornaron a Ita– lia. Por est;1, razón Alemania fue considerad;1, tan inhu– mana por los hermanos, que nadie osaba volver si no era animado por el deseo del martirio. 6. En cambio los hermanos enviados a Hungría fuerori. Jlev::;,dos allí por mar, ante el interés de un obis– po húng:uo. Y mientras, bromeando, penetrab:tn por aquellos c1,mpos, los pastores les azuzaron sus perros y, sin decir una p:thibra, sin tregua los golpe:ib:i.n con sus lan 7 RS, con la p:ute roma. Y como los hermanos se nre– gunta.ran el por qué de tales maltratos, uno dijo: "Tal 18 Entre Macerata y Ascoii. De Juan de Penna se habla en el Appendice de los Actus B. Francisci et socioruin eius, (ed. Sa– batier, n. 69) y en las Florecillas, 55. Habría muerto muy an– ciano cr, 1274. 19 En aquel tiempo, Lombardía era considerada tierra de herejes por los alemanes. 24

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