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vida merecidamente aprobado por la Iglesia romana 3, y se expanden por las diversas partes del mundo, según el ejemplo de los apóstoles, sembrando la semilla de la divina palabra; mediante estas cartas apostólicas les comunicamos nuestro ruego y exhortación. A saber, cuando los portadores de las presentes car– tas, pertenecientes a la comunidad de los predichos her– manos, consideren que deben ir donde ustedes, acójan– los como hombres católicos y fieles 4 y en todo momento se muestren favorables y benignos con ellos, por reveren– cia al Señor y a nosotros. Dad;., en Letrán, en día 11 de junio de 1218, en el segundo año de nuestro pontificado. BULA "PRO DILECTIS" DE HONORIO III Honorio obispo, siervo de los siervos de Dios, a los venerables hermanos arzobispos y obispos, y a los dilec– tos hijos abades, priores y demás prelados de las igle– sias, constituidos para el Reino de Francia, [envía] sa– lud y apostólica bendición 5 • 3 Para el papa Honorio III ya había una aprobación verda– dera y plena de la Regla y vida franciscana en tiempos de Ino– cencio lII, su predecesor: de viva voz, pero también solemne– mente en el IV Concilio de Letrán en 1215. Cfr. BF, I, p. 2, nota b. 4 Católicos y fieles. Era muy fácil confundirlos con los he– rejes y los que pertenecían a los movimientos pauperistas de la época. En el exterior era sospechosa de herejía toda persona religiosa proveniente de Italia (Lombardía, es decir, Italia del Norte). El Papa reconoce su plena catolicidad y fidelidad a la Iglesia. 5 Bula "Pro dilectis", en BF, I, p. 5. 252

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