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nombre son construidas. Igualmente, no siembran, no plantan viñedos ... Por consiguiente, cuando atraviesen el río de las cosas temporales y combatan desnudos con– tra el que está desnudo, confíen en el Señor en que po– drán superar al enemigo, con tal que estén en guardia con cautela; en efecto, él busca más frecuentemente combatir interiormente con vicios espirituales a aquellos en los que no encuentra cómo entablar combate exte– riormente. Pues el mundo está crucificado para ustedes y ustedes para el mundo (Ga 6,14), a tal punto que el enemigo ya no encuentra ninguna cosa mundana con qué tentarlos, porque han renunciado a todo ... (p. 153). Pasa a examinar algunos de estos vicios espiritua– les, subrayando algunos peligros y abusos frecuentes en la vida religiosa, poniendo en guardia especialmente a los predicadores: presunción, envidia, murmurnción pú– blica contra los prelados, imprudencia al revelar culpas de ot::rns, frecuentación innecesaria de mujeres, para terminar con esta recomendación: 3. Puesto que están colocados en un estado de vida más elevado, desde el momento en que siguen el ejemplo de los apóstoles: no llevan bastón, ni alforja, ni bolsa, ni dinero en la cintura, ni pan en la cesta, ni dos túnicas, ni calzado en los pies, tanto más vergonzosa y misera– ble sería su caída. A ejemplo de su padre Rekab, es decir del bienaven– turado Francisco, como verdaderos rekabitas, olviden el pasado y extiendan las manos siempre hacia adelante porque, combatiendo a los fuertes, conseguirán el pre– mio de la corona eterna (p. 158). 249