BCCCAP00000000000000000000748

dos decentes y ni siquiera una casa, llevaban una vida alegre, segura y casi rica. Y dijo al caballero: "Es algo verdaderamente maravilloso que a mí y a ti nunca nos ha gustado tanto nuestra vida, que está rodeada de tan– tos placeres y cargada de gloria, como a éstos parece deliciosa una vida tan miserable, y la encuentran dulce y suave cuando es tan dura y amarga". Y el caballero le respondió muy sabiamente: "Cuánto más consideran mísera y loca nuestra vida los amadores de la verdadera vida y de la eterna gloria. En comparación con las ri– quezas celestiales, ellos juzgan como basura nuestros palacios, vestidos y riquezas terrenas, y nuestra gloria la consideran como viento y nada en comparación con la inenarrable belleza y gloria de los santos que están en el cielo. En realidad, así como nos pareció que estos fue– ran locos, así y todavía más, nosotros que en este mundo vagamos y reducimos todos nuestros sueños a esta falsa gloria, somos dignos de lástima a los ojos de los que han gustado la dulzura de los bienes eternos" (pp. 121-122). b) Sermón II El tema, sacado de Jeremías, y más abiertamente escogido como representación de la vida de los herma– nos a los que habla: "No bebemos vino, porque nuestro padre Yonadab,, hijo de Rekab, nos dio este mandato: No beberán vino ni ustedes ni sus hijos nunca jamás, ni edificarán casa, ni sembrarán semilla, ni plantarán vi– ñedo, ni poseerán nada, sino que en tiendas pasarán to– da su existencia, para que vivan muchos días sobre la faz de la tierra, donde son forasteros" (Jr 35,6-7) . • Jacobo de Vitry, pasando a la interpretación espiri– tual del hecho, identifica a Francisco con Yonadab, y a sus hijos con los 1·ekabitas, siempre que permanezcan en 247

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz