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17. Pero este orden de perfección y la amplitud de este espacioso claustro (que es el mundo entero), no pa– recen aptos para los débiles y los imperfectos. Estos, ha– ciéndose a la mar con sus naves y cansándose en aguas profundas (Sal 106,23), podrían ser arrollados por las olas impetuosas, si antes no se detuvieran en la ciudad hasta que sean revestidos de poder desde lo alto (Cfr. Le 24,49). D) Sermones a los hermanos menores No carecen de interés histórico-espiritual las notas y exhortaciones que Jacobo de Vitry dirige a los herma– nos en los dos "sermones" que pronunció ante ellos cuando ya era obispo y ca1·denal de Frascati, entre 1228 y 1240, año de su muerte. Leyendo entre las imágenes bíblicas y de la natura– leza que, según la costumbre de la predicación doctrinal de la época, constituyen la trama del sermón, podemos obtener un cuadro completo y límpido de la vida de la Orden minorítica en los primeros decenios después de la muerte de san Francisco. a) Sermón I El tema está sacado de los Proverbios: "Cuatro co– sas pequeñas hay en el mundo más sabias que los sa– bios: las hormigas, los tejones, las langostas, la tarán– tula" (Pr 30,24-28). Comentando el pasaje con notable amplitud, Jacobo encuentra el modo para manifestar su invariable estima por la vida de los hermanos menores, pero también subraya peligros y deficiencias de tal vida, si es vivida sin esmero. 242