BCCCAP00000000000000000000748
B) Los flagelantes 54. El movimiento de los "flagellanti" En el año 1260, indicción III, se esparcieron por el mundo los flagellanti 63 , y todos los hombres, pequeños y grandes, nobles caballeros y plebeyos, andaban proce– sionalmente por la ciudad desnudándose y flagelándose, precedidos por obispos y religiosos. Se restablecía la paz, y los hombres restituían lo mal habido y confesaban sus pecados, con tal afluencia que los sacerdotes apenas encontraban tiempo para pa– tomar un poco de comida. En sus bocas resonaban palabras divinas y no de hombres (cfr. Hch 12,22), y la suya era como voz de muUitudes. El mundo caminaba hacia la salvación. Componían alabanzas divinas en ho– nor de Dios y de la bienaventurada Virgen y las canta– ban mientras caminaban flagelándose. El lunes, fiesta de Todos los Santos, toda la pobla– ción de Módena se volcó a Reggio, pequeños y grandes, todo el condado de Módena, con el podestá, el obispo y todos sus estandartes, y atravesaron la ciudad flagelán– dose; el grueso de la multitud pasó después a Parma; y esto fue el martes después de la fiesta de Todos los Santos. 6 3 Este movimiento fue iniciado en Perusa por el eremita Rainerio Fasani, como único remedio a los males que amenaza– ban por todas partes -Salimbene recuerda a 1259 como el año de la gran mortandad (p. 674)- y se difundió por toda Europa, fomentado también por la espera joaquinita del inicio de la ter– cera edad del mundo, la edad precisamente del Espíritu Santo. 224
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz