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Escuchadas las palabras del hermano Juan de Par– ma, el Rey agradeció al ministro general, y se alegró tanto con su respuesta que quiso tenerla escrita con cartas auténticas confirmadas con el sello de la Orden. Y así se hizo. Aquel día el Rey se encargó de todos los gastos, y comió con los hermanos en su refectorio ... (pp. 319- 321). 49. Los hermanos menores, gente desesperada 6 c No queremos pasar por alto lo siguiente: que los Florentinos no se escandalizan si un hermano deja la Orden, sino que lo excusan diciendo: "Nos asombramos de que haya permanecido tanto tiempo, porque los her– manos menores llevan una vida desesperada y se ator– mentan de muchas maneras" (p. 117). IV MOVIMIENTOS RELIGIOSOS DE LA EPOCA A) El "Aleluya" 50. El tiempo del "Aleluya" Era el "Aleluya" -así se llamó después 61 -, un tiempo de quietud y de paz, durante el cual se depusie- 60 Junto a los "personajes", he aquí la figura del "hermano franciscano", según un juicio popular, no exento de humorismo (cfr. TC 34). 61 El año 1233, llamado "año Aleluya". Salimbene es el ero• nista más completo y pictórico de este grandioso movimiento religioso popular, surgido a sólo siete años de distancia de la muerte de san Francisco. 219

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