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34. La aprobación pontificia ... Estos son, pues, los pequeños de que habla el Evangelio, en el capítulo 19 de Mateo: Le fueron presen– tados a Jesús unos niños para que les impusiera las ma– nos; pero los discípulos les reñían (Mt 19,13-15) (por– que en los primeros tiempos algunos cardenales no veían con buenos ojos que naciera esta Orden). Pero Jesús les elijo (puesto que el sumo Pontífice, es decir Inocencia III, habló así a los cardenales:) Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan porque de los que son como éstos es el reino de los cielos 44 • Estas cosas dijo el papa Inocencio, luego que tuvo una visión del cielo. Por gracia divina, había visto la basílica del Laterano a punto de desplomarse por su excesiva vetustez, y un hombre pobrecillo y despreciable la había sostenido ad– mirablemente para que no se derrumbara 45 • Continúa el evangelista: Después de imponerles las manos, se fue de allí; porque, en aquella ocasión, el papa Inocencia III qui.so que el bienaventurado li'rancisco y los doce compañeros que había llevado consigo para pedir la aprobación de su Orden, recibieran la tonsura, con– firmó la Regla y la Orden y les confirió el oficio de la 44 Cfr. p. 601, donde repite estas prefiguraciones, argumen– tando contra "los clérigos, sacerdotes y prelados de nuestro tiempo que quieren prohibir a los hermanos asemejarse al Se– ñor y predicar ... " 45 Con respecto a esta visión del Laterano y la aplicación de ella solamente a san Francisco o solamente a santo Domingo, o a ambos conjuntamente, o en dos visiones distintas que ha– bría tenido Inocencio III, cfr. L. Lemmens, TM, pp. 67-73 y 87-88. 203

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