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Y tampoco quiero perder el favor del emperador del que gozo en este momento". El hermano Gerardo se detuvo en le Celle durante un día entero. . . y una noche. . . pe– ro se cansó en vano. En cuanto amaneció, se apresuró a saludar y partir con su compañero, y contó al general cuando había oído y visto (pp. 237-238). 32. A Dios el juicio Luego murió el hermano Elías. Había sido excomul– gado por el papa Gregario IX. Si fue absuelto y había dispuesto bien .su alma, ahora. lo sabrá él. .. (p. 238) 41 • Cuanto he. escrito sobre .el hei:n:iano Elías pµede bas– tar. Era nuestra intención tratar de los ministros gene– rales de la Orden de san Francisco en su lugar corres– pondiente; pero el hermano Elías, que fue uno de ellos y por quien fui recibido en la Orden, ofrecía materia histórica demasiado abundante. Por este motivo he que– rido despacharla presto ahora, y así, declarado este car.:. go, proseguiré más fácilmente el resto de la historia ... (p. 239). C) Actitudes de la Curia romana• y del Clero 33. La prohibición de nuevas Ordenes En el año 1215, decimoctavo de su pontificado, Ino-' cencio III celebró un solemne Concilio, al que vinieron prelados de todo el mundo. Y yo vi el texto del discurso 41 Salimbene no se pronuncia s.obre el final dél hermano Elías, si se reconcilió o no. Eccleston, XIII, n. 83, recuerda sofa.– mente la excomunión; pero .en el col. VI, n. 33, juntándolo con el hermano Gregorío de Nápoles, dice: "Cómo quie:ra que haya sido, ambos se arrepintieron, aunque tarde". · 201