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ó 14 hermanos, que tenía consigo en el convento de le Celle ... Del grupo del hermano Elías era un tal Juan, llamado de Lodi, hermano laico, duro y violento, tortu– rador y verdugo pésimo, quien, por orden de Elías, daba la disciplina a los hermanos, sin misericordia. . . (pp'. 231-232). 29. Tentativa extrema para evitar la destitución La octava culpa del. hermano Elías fue que quiso sujetar en su mano la Orden con violencia, y para poder lograr este fin recurrió a muchas astu.cias: la primera es que cambiaba frecuentemente a los ministros, para que no ocurriera que echando demasiadas raíces se alza– ran con mayor fuerza en su c0ntra; la segunda es que elegía como ministros a aquellos hermanos que consi– deraba sus amigos; la tercera es que no cel~braba Capí-:– tulos generales, sino en forma parcial, es decir, sola– mente con hermanos aquende l.os Alpes; no convocaba a los ultramontanos por temor de que lo destituyeran. Cuando plugG a Dios, de quien provienen toda,s las cosas buenas, éstos y aquéllos· se reunjeron juntos y lo .hicieron deponer, de modo que se Je podía aplicar aquel versículo de Jeremías: JI-Ie llamado a mis amantes: mé han traiciónado ellos (Lm i,19). Para que se efectuase esta reunión de todos los ministros en Capítulo general para deponer al hermano Elías, mucho se esmeró el her– mano Arnolfo, inglés, de la· Orden de los menores, hom– bre santo y letrado, celador y promotor dela Orden, que en aquel tiempo era penitenciario en la curia del papa Gregorio IX 37 • 37 En cuanto al hermano Arnolfo, cfr. Eccleston:, XIII; aquí n:. 80, donde se afirma '.'que había sido el alína .de todo este· asun– to"; cfr. .también VIII; aquí, n. 51.