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llenaban todo el valle con admirable armonía ... 35 (pp. 147-151 ). 27. Destitución del hermano Elías Entonces la Orden de los hermanos menores hizo llegar su voz al papa Gregario IX, porque el hermano Elías en su perversidad, sometía a todos a múltiples ve– jaciones. Y el Papa escuchó este clamor de la Orden y lo destituyó. . . y quiso que pronto se hiciera una nueva elección ... Y el papa Gregario lo destituyó para que no fuera ministro general, porque era un gran destructor de la Orden de san Francisco y quería con fraude y vio– lencia tener el gobierno de la Orden contra la voluntad de los ministros y custodios, a quienes, según la Regla, corresponde hacer la elección (pp. 157-159). 28. Una vida de obispo y de príncipe La séptima culpa del hermano Elías fue que que– ría vivir espléndidamente, entre comodidades y lujos 3 6, y tenía palafrenes gordos y robustos y siempre andaba a caballo, aunque no más fuera para ir de una iglesia a otra distante sólo media milla, yendo contra el precepto de la Regla. . . Tenía también jóvenes seglares como pa– jes, a la manera de los obispos, vestidos con ropas de colores chillones, que le asistían y servían en todo. Ra– ras veces, pues, comía en el convento con los demás hermanos, sino en su habitación, solo. Tenía también .su cocinero particular; ... y una familia especial de 12 35 Recuerda también el "pez precioso" llevado desde Hun– gría y la "copa de oro" para colocar allí la cabeza de Francisco, enviada por el Rey de Hungría (pp. 151-152). 3 6 Repite pp. 147-151 (aquí n. 26): los lugares de residencia del hermano Elías: Asís, Santa María de los Angeles o San Fran– cisco, y le Celle de Cortona. 196