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En el año 1238, indicción XI, yo, hermano Salim– bene de Adam, de la ciudad de Parma, entré en la Orden de los hermanos menores. Era el 4 de febrero, fiesta de san Gilberto. Fui aceptado la tarde de la vigilia de santa Agata, en mi misma ciudad, por el ministro general, hermano Elías. Este estaba en viaje para Cremona, como emisario del papa Gregorio IX ante el emperador, por ser él amigo particular de ambos. Un embajador muy oportuno, puesto que, como dice san Gregario: "Cuando se envía a una persona que no gusta de discursear, el ánimo de quien ya está airado se torna peor". Estaba también allí el hermano Gerardo de Módena, quien hizo de interme– diario para que yo fuera recibido, y fue escuchado. El podestá de Parma, Gerardo de Correggio, llama– do de Denti porque tenía dientes gruesos, vino en per– sona con algunos caballeros al convento de los herma– nos, a visitar al hermano Elías. Este estab.1 en la habi– tación donde comen los huéspedes, es decir los foraste– ros, sentado sobre un lecho con almohada, y tenía un gran fuego delante de sí y llevabEt en la cabeza un gorro armenio. Ni siquiera se levantó ni movió cuando el po– destá entró y lo saludé>, corno lo vi con mis propios .ojos. Esto fue considerado por todos corno una gran ofensa ... (p. 136). . 22. El padre del hermano Elías era de Castel de' Britti, en la diócesis de Bolonia, la madre era de Asís. Antes de que fuera hermano, se llamaba BornbEtrone; fa– bricaba colchones y enseñaba a los niños a leer el sal– terio en Asís. Al entrar en la Orden de los hermanos me– nores tornó el nombre de Elías, y fue dos veces minis– tro general. Gozaba del favor del Emperador y del Pa– pa. Pero después el Sefi.or lo humilló, según la palabra 188