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el papa Inocencio UI, por un maestro en teolo– gía, llamado Juan, al que Jesucristo se había aparecido mientras celebraba la misa delante del obispo de París y del clero. El hermano Pedro recibió antes a los hermanos de la Penitencia de Jesucristo y los recomendó en el Capítulo de Londres 83 • Estos nacieron en Provenza en tiempos del Concilio de Lyon, y ha– bían sido fundados por un novicio expulsado de nuestra Orden. En el tercer año del provin– cialato del hermano Pedro, llegaron a Inglate– rra los hermanos de la Orden de los Mártires, fundados por un tal Martín, que, en París, ha– bía sido el bufón de los nobles alemanes. 135. Un 84 tal Juan, hombre de gran valor en el mun– do porque era de gran estatura y rico en bie– nes de fortuna, pero simple, debido a la po– ca instrucción, habiendo vestido el hábito y hecho la profesión en la Orden, ejerció hasta la vejez el oficio de portero. Este, poco antes de morir predijo con certeza la hora de su deceso, diciendo que debía subir en una sola noche un alto monte; pero cuando había llegado a la mi– ta.d, trepando con las manos y los pies, extenua– do, desesperó de poder ir más adelante; y he aquí que muchos niños, brincando de gozo y con el rostro muy alegre, le gritaron desde la 83 Con este nombre se señalaba a los Saccati (1251), que habían llegado a Inglaterra en 1257, y habían sido fundados en Provenza por un tal hermano Raimundo Atanolfo, novicio fran– ciscano despedido. 84 No aparece en la edición de Quaracchi. 167