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lo la intimidad con los grandes y con las mujeres, y con una magnanimidad verq.aderamente admirable hacía poco caso a la ira de los poderosos cuando estaba en juego la justicia. Declaró una vez que los grandes enca– denaban a sus amigos con sus consejos, y que las muje– res, ya que son engañadoras y llenas de malicia, trata– ban de hacer perder la cabeza igualmente a las perso– nas devotas. Se preocupaba concretamente de restituir la fama a las personas que la habían perdido, si las veía realmente arrepentidas, y con gran delicadeza se las ingeniaba para confortar a los afligidos, especial– mente a aquellos que ocupaban puestos de responsabili– dad en la Orden. 130. Así, después que hubo regido la provincia de Inglaterra durante casi catorce años 80 , fue relevado del cargo en el Capítulo general de Metz y enviado donde el Papa como delegado del mismo Capítulo. Pero cuando llegó a Génova junto con el ministro general, su com– pañero, el hermano Ricardo, contrajo la peste que ha– bía estallado allí, y mientras los demás se alejaban apre– suradamente, él se quedó para asistirlo, y al contagiar'– se, también murió. Mas, los hermanos de Inglaterra, ha– biendo oído que había sido relevado del cargo, y no sa– bían de su muerte, convocado el Capítulo provincial, lo reeligieron. Cuando el ministro general supo la noti– cia de que los hermanos habían actuado más por afec– to que por un motivo seriamente considerado, hizo con– vocar nuevamente el Capítulo por medio del vicario, el hermano Gregario de Bosellis, y mandó que nunca más se eligiese .a un hermano relevado del cargo por el Ca- so La edición que Quaracchi dice "circiter novem annos". Little afirma que la cuestión de la fecha 'de éste Capítulo de Metz es insoluble. · 164