BCCCAP00000000000000000000748
redactado contra los hermanos predicadores y menores, y que el primer acto de su pontificado fue el de revocarla. Inocencia había decretado, en efecto, que serían excomulgados todos los hermanos que acogieran a cualquier parroquia– no en un día de fiesta para escuchar la Misa, y otras cosas similares. 122. Contó también el hermano Mansueto que un hermano, mientras estaba orando en la huerta de una localidad de Sicilia, había visto a un poderoso ejército de cinco mil caballeros que entraba en el mar, y el mar crepitó como si ellos hubiesen sido todos de bronce líqui– do y ardiente; y uno de ellos le dijo que era el empe– rador Federico que iba al monte Etna. De hecho, Fede– rico murió por ese tiempo. 123. Contaba también que cuando era un nmo de unos diez años, los hermanos menores le habían enseña– do a tener una grandísima reverencia por la Eucaristía, y él, para poder ser digno de comulgar el día de Pas– cua, aunque era todavía un niño, había ayunado du– rante casi toda la cuaresma. Y he aquí que en el mismo día de Pascua, mientras todo el pueblo estaba comul– gando, un hombre muy infame y de pésima reputación, llamado Gencio 75 , se acercó también a recibir la comu– nión, y recibiéndola sin el debido respeto, se volvió lue– go a su puesto, se sentó en un banco y comenzó a char– lar con los vecinos, comportándose ni más ni menos co– mo si hubiera comido un pedazo de pan. Entonces ha– bía visto salir de su boca a la sagrada hostia y caer al 75 O bien Execio, Gezio ... ¿quizás Ezelino? El hermano Mansueto, amigo de Salimbene, probablemente debió haber vivi– do en aquella región. 159
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz