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112. El hermano Guillermo tenía la costumbre de contar que san Esteban, fundador de la Orden de Grandmont, había depositado una gaveta en un lugar secreto y seguro, y había prohibido a to– dos que se acercaran mientras estuviera con vida. Los hermanos estaban tentados de saber qué cosa había en la gaveta, pero el Santo quiso que todos tuvieran, como él, el más grande res– peto por ella. Después de su muerte, no pudie– ron esperar más; la abrieron y sólo encontra– ron una tarjeta en la que estaba escrito: "El hermano Esteban, fundador de la Orden de Grandmont, saluda a sus hermanos y les supli– ca cuidarse de los seglares; porque, como ven, hasta que no supieron qué cosa había en la ga– veta le han tenido un gran respeto; así actua– rán los seglares con ustedes". COLOQUIO V Progresos espirituales de algunos hermanos 113. Finalmente, creo que es justo recordar que, mientras aún vivían muchos hermanos que habían plan– tado la viña de los menores en Inglaterra, sus ramas se habían extendido tanto en la provincia y en la Orden, que sus hermanos fueron revestidos de diversas dignida– des y oficios tanto en la Orden como fuera de ella, y prin– cipalmente los más humildes. Así, el hermano Nicolás, que era laico, y había estudiado letras en Inglaterra, lle– gó a ser más tarde confesor del papa Inocencia IV, y después obispo de Asís. 150