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tos a sufrir la cárcel y el exilio con él, por la reforma de la Orden. 97. El hermano Alberto estableció que en las ca– sas de huéspedes se debía observar siempre el silencio en la mesa, a menos que estuvies,en presentes los herma– nos predicadores o hermanos de otras provincias. Qui– so también que los hermanos llevasen sus viejas túnicas sobre las nuevas, por humildad y para que las nuevas durasen más tiempo. Hizo derribar el claustro de Sou– thampton, que era de piedra, si bien con muchas difi– cultades debido a la oposición de los habitantes de la ciudad; y restituyó con mucho agrado el documento o acuerdo estipulado entre los hermanos y los monjes de Reading, según el cual éstos no podían expulsarlos a su capricho, y él mismo se ofreció a trasladar a los hermanos del convento, si querían. [En cuanto a la ca– pilla del convento, ya que no podían despojarla más, porque había sido construida por el Rey, deseó que fuera demolida por el cielo]. Sólo con gran dificultad logró instalar a los hermanos en Chester y Winchester. 98. El hermano Alberto recibió del papa Gregario IX una bula, en la cual se establecía que los hermanos predicadores no podían impedir a nadie que entrase en aquella Orden religiosa si la escogía espontáneamente, y no podían admitir sus novicios a la profesión si no ha– bían completado un año de prueba 60 • En realidad, éstos tenían la costumbre de admitir a la profesión, si lo que- 60 Se trata de la bula "Non solum" del 11 de julio de 1236; una bula similar fue dirigida también a los hermanos menores el 13 de julio. Pero la obligación del año de noviciado ya había sido impuesta por Honorio III con la bula "Cum secundum" del 22 de septiembre de 1220. 143