BCCCAP00000000000000000000748
elogió en todas las provincias la obediencia y el fervor de los hermanos ingleses. En París reconcilió personal– mente a los hermanos con los maestros, reafirmando en la Universidad la simplicidad de la profesión de la Or– den, después de haber revocado la apelación de los her– manos contra los maestros. Decidió que el Capítulo general se debía celebrar de ahora en adelante de manera alternada aquende y allende los Alpes. Finalmente, no sintiéndose ya con fuerzas para sobrellevar el peso de ministro general, ob– tuvo del papa Alejandro IV la autorización para renun– ciar. El hermano Juan de Parma decía que el edificio de la Orden se debía construir sobre dos pilares, a saber, la santidad de vida y la ciencia, y que los hermanos ha– bían levantado el muro de la ciencia hasta el cielo, has– ta el punto de que se preguntaban si Dios existía; en cambio el muro de la virtud lo habían· achicado tanto que era un gran elogio para un hermano oír decir: "Es un hombre en el que se puede confiar", y por eso consi– deraba que se estaba construyendo de modo indebido. Quería, además, que los hermanos se cuidasen a sí mis– mos al enfrentar a los prelados y príncipes con la santi– dad de su vida y sus méritos públícos, antes que con privilegios papales, y fueran verdaderamente los meno– res entre todos por su humildad y dulzura. 91. Adición. El hermano Juan de Parma, ministro general, durante el Capítulo general de Génova, mandó al hermano Bonizzo 54 , que había sido 54 Hermano Bonizzo de Bolonia. Su nombre aparece en EP 1, como segundo compañero de Francisco, con el hermano León, en el episodio de la reelaboración de la Regla en Fonte Colombo. LM 4,11 recuerda el episodio y a los dos compañeros, aunque sin nombrarlos. 137
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz