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de Pisa, ministro de Inglaterra, el hermano Arnolfo, pe– nitenciario del Papa, que había sido el alma de todo es– te asunto, proclamó la elección y entonó el Te Demu lam:lamus. Y ya que, como se decía, el hermano Elías nunca había hecho profesión de la Regla confirmada con bula por el papa Honorio III, de donde se había creído autorizado para recibir dinero, se le ordenó in– mediatamente que profesara esta Regla, y la misma dispo– sición fue extendida a todo el Capítulo, y en consecuen– cia a toda la Orden. Así se hizo. Después que hubo cele– brado la Misa, el ministro neo-electo dijo a los herma– nos que no habían tenido parte en el Capítulo: "Ustedes han escuchado la primera Misa celebrada por un minis– tro general de esta Orden. Vuelvan ahora a sus conven– tos con la bendición de Jesucristo" so. 82. En este Capítulo, el hermano Haymón fue ele– gido ministro de toda Inglaterra y el hermano Juan de Kethene, que había sido ministro de Escocia, fue nom– brado ministro de Irlanda. 83. Después de estos acontecimientos, el hermano Elías eligió morar en Cortona, y, sin licencia y pese a la prohibición del ministro general, fue a visitar el mo– nasterio de las Damas Pobres, razón por la cual pareció que había incurrido en la sentencia de excomunión de– cretada por el Papa. El hermano Alberto le ordenó que acudiese a él para recibir la absolución o al menos que se encontrasen en algún lugar a medio camino. Pero el hermano Elías se negó rotundamente; y el hecho llegó so Los ministros generales precedentes no eran sacerdotes. Naturalmente, no se cuenta Pedro Cattani, que fue solamente vi– cario, cuando Francisco todavía vivía. 132