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Bolonia. Le sucedió el hermano Juan Parenti de Floren– cia, ministro provincial de España, hombre sabio, piado– so y de gran austeridad. Removido de su oficio por los partidarios del hermano Elías, éste fue nuevamente ele– gido ministro general. Las cosas sucedieron así: en el Capítulo celebrado con ocasión del traslado de las reli– quias de san Francisco 46 , propiamente aquellos a quie– nes Elías había autorizado asistir al Capítulo -de he– cho había dado permiso a cuantos desearan hacerlo-- lo querían hacer general contra el parecer de los ministros provinciales. Conque lo sacaron de su celda y lo llevaron hc.i.sta la puerta de la sala del Capítulo y, después de haberla derribado, querían instalarlo en el puesto del ministro general. Cuando el hermano Juan vio esto, se desnudó delante de todo el Capítulo. Llenos de vergüen– za, los hermanos dejaron entonces de alborotar. Empero no quisieron escuchar ni a san Antonio ni a ningún mi– nistro provincial. De cualquier modo, el pueblo creyó que la discordia h2h1a surgido porque el cuerpo de san Francisco había sido trasladado tres días antes de que los hermanos se reunieran; pero cinco novicios, que habían sido caballeros y que estaban presentes en el Ca– pítulo y h3abían visto todo, afirmaron llorando que este alboroto habría aportado un gran bien a la Orden, por– que la Orden no debía conservar en su seno a ningún elemento de discordia. Y así sucedió que estos perturba– dores fueron dispersados en diversas provincias p:ua eme hicieran penitencia. Después, el hermano Elías, re– tirándose a un eremitorio, se hizo crecer barba y cabe- 46 25 de mayo de 1230. Se duda de la exactitud de estas in– formaciones que parecen influenciadas por el ciima de hostilidad contra el hermano Elías, debido sobre todo a su gobierno ti– ránico. 128
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